lunes, 7 de julio de 2008

Recrear la lectura.

"...el que leer por leer, por puro gusto de leer, por amor invencible al libro, por ganas de estarse con él horas y horas,lo mismo que se quedaría con su amada..."

Poner un paréntesis en la hora de clase. Dar un recreo en la mismo salón donde verificamos contenidos y damos porcentajes. O salir de la escuela: darnos el tiempo para algo lúdico que no amerite otro detalle que el recreo pero que tiene que ver con la lectura.
Y cómo no traspasar las barreras, qué difícil escapar a la filosa navaja que el maestro tiene que asignar tareas, tiene que dar contenidos y luego evaluar. Pero si por un instante nos escapamos. Confiando en nuestra propia intuición y en nuestras experiencias podemos recrear la lectura.
Recrear la lectura es escribir una canción rítmica sobre un cuento o novela ya leídos.
Recrear la lectura es bailar un cuento.
Es teatralizar un cuento.
Armar un teatro de títeres y dar vida a los personajes de otro cuento.
Armar un museo con cuentos famosos.
Pedir un museo prestado y leer frente a las grandes obras pequeños cuentos que tengan que ver con ellas.
En suma puede ser todo eso.
Y mucho más.
Recuerdo que cuando se festejaron los 400 años de la aparición de El Quijote aunamos esfuerzos e hicimos muchas cosas.
Entre ellos bailamos un poco relacionando la expresión corporal con lengua y literatura.
Así tuvimos en escena a niños que debieron treparse sobre otros para luego disfrazarse de gigantes.
Y se escondieron detrás de niñas que debieron hacer de molinos lo cual les llevó mucha práctica en sus movimientos rítmicos de brazos.
Don Quijote y Sancho aparecieron en escena galopando sin caballo y sin asno:por tanto debieron practicar el trote y el galope montados en su imaginación.
Cuando Don Quijote fue derribado por los gigantes, que aparecieron con sus disfraces de atrás de los molinos: el caballero quedó en el suelo tirado pero, antes que su eterno amigo apareciera, un fantasma bello y gracil bailó sobre el hidalgo caído. Una niña debió aprender pasos de danza para hacer de Dulcinea y recreamos lo que nos pareció el sueño delirante del personaje antes de ser levantado por su escudero.
La creación de este evanto no fue sólo producto de quién escribe esto: los niños también hicieron su propio aporte merced de tanto leer y disfrutar de las distintas formas de lectura que hicimos del capítulo.
Creo que es un buen ejemplo de recreación de la lectura. Hubo mucha lectura, creación, expresión corporal, selección musical, decoración del salón, disfraces.
Los alumnos tenían entre 10 y 12 años, participaron 18.
Lo interesante sería ver, dentro de unos cuatro años: cuánto recuerdan de todo esto y como lo asocian con la lectura y análisis obligatorio de la obra en 4º año de secundaria.
" La literatura no debe de ser enseñada" dijo Jorge Luis Borges.
Y creo en sus palabras: más allá de todo lo que le han querido imponer la literatura es arte mismo y por tanto, no se puede enseñar. Yo creo en una literatura con la que se puede crear, jugar, bailar y cantar. No creo en la actual forma de enseñarla y repetirla. Al menos no para los jóvenes. Y creo que ha sido una de las formas de alejarlos de la lectura.
Así que si se trata de recreación: usen todo tipo de consignas lúdicas y armónicas. La evaluación será cosa de ustedes pero para mí: si un estudiante disfruta de un cuento o una novela, valen todas las formas de recreación que nos podamos inventar.

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