miércoles, 21 de mayo de 2008

Sexismo en la literatura para niños.

EL SEXISMO EN LA LITERATURA PARA NIÑOS.

Antes de empezar el tema propio de mi conferencia quiero que nos miremos bien entre todos y todas: vamos a hablar hoy de uno de los grandes temas tabú de la historia pero lo vamos a hacer con mayoría femenina. Porque antes de empezar es bueno vernos y ver que la enseñanza, como la literatura para niños, y por ser consideradas ambas COSAS MENORES, y no de menores, son mayoritariamente femeninas. Por eso antes de empezar a mostrar un poco la historia seria bueno aclararles que soy feminista: porque me gusta ser mujer y la lucha todavía no acaba. Y por eso, aún hoy estamos acá en mayoría absoluta.

Es bueno recordar en la historia de la lectura, antes que en la literatura para niños, el rol de la mujer. Y quién dice lectura dirá luego escritura, porque sabemos que ambas son dos caras de la misma moneda. El ejemplo más claro de nuestro rol es que recién en el siglo XIX la lectura fue obligatoria para nosotras en la mayor parte del mundo. También es interesante saber que muchas de nuestras antepasadas debieron firmar como hombre sus escritos para que ellos vieran la luz. Y también es bueno recordar que antes del siglo XIX la opción de lectura que tenía la mujer simple, la mujer de pueblo, era abandonar su vida normal y recluirse en un convento para poder leer y estudiar. Así pasó con las Teresa de Córdoba, y las Carmelitas Descalzas. La única posibilidad de acceder a la lectura era retirarse a ser monjas. Aprendían a leer y escribir porque eran catequistas, única posibilidad de una mujer de llegar a acceder a las mismas, seguimos hablando claro de mujeres de pueblo. La nobleza, en el caso femenino, también tuvo excepciones con respecto a la sapiencia y por ende a la lectura.

Aurora Dupont, la amante de Federico Chopeen firmaba sus escritos como George Sands. Es un ejemplo. Otro ejemplo más lejano en el tiempo es Cleopatra que fue una gran lectora, podía leer en varios idiomas y por ende, cada vez que tenía prisioneros les quitaba todo material para leer: ella era noble, y había aprendido a leer desde niña.

La historia de la literatura para niños y el rol que en ella juega la figura femenina es importante. Pero antes de definir y logar enmarcar ese rol, quiero repasar con ustedes que el lugar de la literatura para niños como lectura recreativa no fue siempre así: por eso en gran parte el rol de la mujer en la literatura para niños hay que estudiarlo dentro de la fase de literatura misma pero también en el área pedagógica. Durante muchos años, yo diría que lamentablemente hasta hoy, la literatura para niños tuvo marco didascálico y recién se ha visto un progreso hacia su redefinición en los años 70.

Déjenme acercarles las palabras que dice Sylvia Puentes de Oyenard en su libro: De Cenicienta a la Moza Tejedora, como definición de ese rol y su importancia.

Por qué importa este tema para la infancia? Precisamente, porque la literatura ofrece modelos de identificación y así como el niño puede simpatizar con algunos personajes, odiar a otros, hacer su catarsis y proyectar temores, también encuentra modelos con respecto al sexo. En las sociedades patriarcales la mujer es reflejo de épocas en que los hombres administraban el mundo y ellas esperaban pasivamente el regreso del conductor familiar. Pero muchas veces se olvida que ellas fueron las recolectoras de productos agrícolas, las que descubrieron técnicas para preparar y conservar alimentos y las que intentaron curaciones con diversas hierbas que, sintetizadas, han dado fundamento a la medicina moderna. La mujer, desde el principio de los tiempos, cuidó a los hijos, los arrulló, les trasmitió los conceptos elementales de la convivencia grupal y desarrolló una representación simbólica que fue la base de nuestra evolución como seres que piensan y utilizan el lenguaje como forma válida de comunicación

Y en esa sociedad imperantes masculinas la sumisión del rol de la mujer también tuvo su lugar en la literatura y en la educación. En los libros de principios de siglo XIX, cuando al fin logramos que todas participáramos de la fiesta de la lectura, veríamos descripciones como ésta en las páginas de los manuales de buenas costumbres. Escuchen esta descripción que nos hace Graciela Cabal en su libro Mujercitas, ¿ eran las de antes?, es una descripción de 1940 más o menos, de una niña y un niño vistos por su maestro:

“…Ella, paciente y laboriosa como una hormiga, trabaja sin hacerse notar y no habla sino cuando se la interroga. Él, en cambio, inquieto y movedizo, se levanta, se sienta, va constantemente de un lado a otro y es siempre el primero en tener prontas las respuestas. Es un excelente alumno…”

Las láminas que acompañan estas lecturas, sigue diciendo la autora, eran tan tranquilizadoras: nenas, madres y abuelas eternamente sonrientes envueltas en vaporosos vestidos con volados bordados por ellas, entregadas a las tareas propias de su sexo. O sea: con cacerolas, cucharones, plumeros, y agujas. Afuera, donde el viento rugía y la aventura era verdad estaban ellos. Conducían barcos, aviones, casas, inventaban mil cosas para bien de la humanidad. Después ellos mismos llamaban a la guerra para destruir lo que habían construido.

Esos roles asignados: cuántos de los libros que leímos tienen roles asignados hasta hoy? Cuántos son los libros donde la mujer que trabaja fuera está contenida en los textos? Cuánta libertad de acción hemos tenido y tenemos fuera de ese rol asignado?

Una escritora boliviana, Gaby Vallejos, hace su aporte al tema con su libro: Leer un placer escondido, donde nos cuenta:

“…la serie Alma de niño muestra claramente un mundo dividido tajantemente en roles fijos para niños y niñas, papás y mamás. Las niñas y las mamás rezan, cocinan, cuidan niños y animales, las plantas, se casan, son conformistas, hogareñas, mansas…”

Dice la autora que incluso hoy, los medios masivos de comunicación no han otorgado a mujeres y hombres roles libres como para ocuparse socialmente de las cosas. Que aún hoy, fíjense y díganme si se equivoca la amiga de Bolivia, los comerciales y la música levanta una barrera donde las mujeres somos las que lavamos, las que usamos los lavavajillas, las que usamos la plancha…etc. Aún hoy los hombres no salen en los medios masivos a comunicarnos qué pañal es mejor para un bebé.

Y una se queda pensando por qué? Si sabemos que esos roles hoy se han desdibujado, si sabemos que esos roles hoy son elásticos y juegan otro papel en la vida real. Será que seguimos viviendo de cuentos y novelas?

Volvamos a los libros para niños y lo que nos dice con mucho humor la autora argentina Graciela Cabal, comentándonos ahora sí los cuentos clásicos que le leían en su infancia:

“ ¿ Qué decirles de la inocente Caperucita, tan inocente como para meterse en la cama con una bestia feroz- si bien estaba camuflada con puntillas y todo- qué además acababa de engullirse a su abuela y se metía en la cama para preguntarle inocentemente aquello de los ojos, la boca y todo eso?”

“ ¿ Y la muy hacendosa Cenicienta?- ceniza va, lenteja viene, trabajo insalubre si los hay- aguantándose siempre con una tierna sonrisa los desprecios y las humillaciones a los que la sometían las otras mujeres de la casa?”

¿ Y Blancanieves? ¡ Perseguida por los bosques infestados de fieras peligrosísimas por el solo pecado de ser buena y hermosa!...Blancanieves en la casa de los enanos, qué maravilla era, dice la autora, imaginarla lustra que te lustra, lava que te lava, todo chiquito pero igual de impecable, y a cargo no de un hombrecito sino de ¡ siete! Y todos con sus necesidades y exigencias. Que las medias, que las camisas, con sus cuellos y puños. Como debe de haber trabajado Blancanieves, yo me pregunto: sería la manzana que la durmió o tuvo necesidad de un descanso casi final?

Y qué me dicen de la Bella durmiente? Ese caso empezó mal desde el principio: porque cuando una no podía tener hijos era mal pero mal, y encima tiene una hija, bueno nadie es perfecto, pero al final se la maldicen y la hija, que es transgresora desobedece: se dan cuenta? Una mujer transgresora. La bella durmiente pagó con cien años de sueño el no hacer caso.

El protagonismo en los cuentos infantiles era el rol que la mujer tenía. No podemos aspirar a otra cosa que escuchar pacientes y al final, si habíamos sido buenas y hermosas, el príncipe azul y consorte sería nuestro premio. Abnegadas madres de ahí en más: colorín y colorado y el fueron felices y comieron las mentadas perdices.

Los modelos femeninos en la literatura infantil y este aporte que es apasionante para vernos y ver el mundo. Por ejemplo, entre 1930- 1938:

Se analizan en los libros más de 169 ocupaciones para el hombre

Sólo 30 ocupaciones para la mujer.

En 1963- 1973, momento en que la mujer entra fuerte al mercado laboral:

150 ocupaciones para hombres

39 para mujeres.

Las invito a investigar hoy por hoy:¿ cuántas ocupaciones de hombres hay en los libros actuales y cuántas de mujer?

Y sin embargo, sabemos que sólo después de la segunda guerra mundial, se apuntan las primeras lanzas en la educación y en la literatura para niños, pero vemos que aún en los años 70 los roles seguían siendo desdibujados y el participante masculino era mayoría absoluta.

Claro que hubo clásicos que escaparon a la rutina de encasillarnos en las eternas sirvientas o reinas tristes…Gretel es una heroína, salva a su hermano, doña Truhana es una mujer ambiciosa, al menos ambiciona…Y en los cuentos de Andersen encontramos protagonismo en algunos cuentos como La Sirenita y la Reina de las Nieves. También la Vendedora de cerillas, del mismo autor, muestran una niña diferente. Encontraremos si investigamos varias mujeres que transgredían el rol asignado, algunas tímidamente, otras un poco más audaces. Clarisa Pinkola en su libro: Mujeres que corren con lobos hace un largo análisis de estos personajes, ella lo hace más desde lo psicoanalítico que de lo literario, y coincide que en estos cuentos, el padre o la figura masculina no es relevante. Cuando la protagonista era transgresora, se notaba entonces en un padre o un papel masculino menos insinuado.

Pero si bien es cierto que en estas épocas dónde se tejen estos cuentos que hoy son consagrados clásicos infantiles son muy pocas las mujeres protagónicas: debemos conocer que la historia no transcurría sólo en las páginas de los libros. La literatura para niños, como dije, ha sido y es aún pedagógica y didascálica, por tanto: ¿qué otro rol se le enseñaría a una mujer de esas épocas que someterse, ser bruja o madrastras o terminar sus días protegida con los azules príncipes? No había otra posibilidad. Las pocas mujeres que escapaban a ese paradigma eran las hadas, que eran seres etéreos, de otro mundo subliminal que nada tenía que ver con la realidad. Los clásicos levantan bien alto el estandarte de que: la mujer necesita la protección del hombre y sobre todo, el ser sumisa y callada como símbolos de virtud femenina a tener en cuenta. Algún día la historia dirá por qué nos han querido callar siempre, pero lo cierto es que hasta bien entrado el siglo XX, el rol de la mujer era callar y otorgar. Y no podemos pedir a la literatura para niños que cumpla con otra alternativa de vida. Hubo algunas transgresoras heroicas, pero son muy contadas.

De todos modos, antes de dedicarnos a otros roles que tienen las protagonistas femeninas del siglo venidero, también es bueno recordar que los grande clásicos para niños nacen en la época feudal, y no sólo el rol de la mujer responde a la situación socio- económica de la etapa histórica, toda la sociedad que allí se pinta es resultado de la misma. Como en todas las épocas sucede y por tanto el modelo, si es que pretendemos mostrar uno, tiene que ser sutil o directamente aclarado.

Pero llega el siglo XX y aparece por allá una Pipa Mediaslargas de Astrid Lindaren: una niña que quedará sola y será autosuficiente. No necesitará un príncipe consorte, porque el dinero da la posibilidad y Pipa tiene montones de dinero.

El dinero y la revolución industrial, la misma que logró obreros lectores porque era imposible operar sin obreros que supieran entender las instrucciones de las máquinas, el dinero que se necesitaba y la mano de obra femenina fuera del hogar o de las tareas propias del mismo, fueron también la forma de salir al mundo de la literatura para niños con otros roles.

En Europa hay un fuerte movimiento llamado A favor de las niñas en los años 60.

Muchos de estos libros llegaron a nuestras manos en los ochenta y recién hoy vuelven a tomar función. Algunos son de corte absolutamente feminista, por la lucha enconada que había en esos años contra el absolutismo histórico que en todo el mundo occidental tenía a la mujer sumida en roles y sometimientos, otros sin embargo: ya tienen la fórmula de hacer las cosas de a dos, de luchar con el hombre, no en contra de él. Repasemos algunos títulos y a continuación veamos de las manos de qué autoras entra esta lanza en América Latina:

En el Destello de Hiroshima de Toshi Moruki donde la protagonista femenina asume todo el peso de la situación creada en la caída de la bomba atómica. Y luego, brevemente paseo por ese gran movimiento iniciado por Adela Turín y Nella Bosnia y que comienza su edición en 1976…recién.

Una feliz catástrofe ( Adela Turín y Nella Bosnia): Una familia de ratones donde el patriarcal comienzo liderado por un papá algo exigente, toda la familia es salvada de la inundación con una mamá temeraria y feliz. El final es bueno: los roles deben de ser cambiados pero la familia recupera su identidad y pueden compartir mucho más.

Cañones y manzana( Adela Turín y Syvie Selling): Una reina y su séquito de mujeres, cansadas de las guerras y las ausencias masculinas, parten a formar una nueva cultura. Interesante propuesta femenina y pacifista.

Nunca jamás (Adela Turín y Patricia Galli) Un rey busca marido para su hija, pero ésta al no encontrarse dispuesta ni gustarle las recetas, busca refugio en casa de una bruja intelectual y desde allí se ríen de quienes forman una familia y dan recetas a otras mujeres frustradas por la experiencia.

Rosa Caramelo (Adela Turín y Nella Bosnia): En un mundo de elefantes ellas deben de permanecer encerradas comiendo determinadas hierbas para mantener la piel rosa y brillante, mientras ellos pueden jugar y divertirse en libertad. Margarita es el nombre de la primera elefantita que se rebela y al no comer las hierbas indicadas, su pelaje se vuelve igual al de los machos y puede huir a jugar. Bellísimo relato para pensar y reflexionar o sólo disfrutar.

Arturo y Clementina ( Adela Turín y Nella Bosnia): quizá el más conocido de estos relatos, las historia de las dos tortugas enamoradas. Clementina sueña y quiere viajar, tocar la flauta o pintar: Aturo se encarga, luego de casados claro, de decirle lo tonta que es y regalarle un mundo de objetos que tienen que ver con sus loca ideas. Así la casa de la tortuga será cada vez más pesada, tendrá más pisos, y aprisionará de tal manera a Clementina que ésta optará por liberarse un poco. Ese poco se volverá costumbre y al fin ella renunciará a su marido para andar recorriendo el mundo incluso con la desnudez impropia de su rol, ya que dejó la casa con todo. Otro bellísimo relato que nos permite hablar no sólo sobre el amor y sus renuncias sino también sobre el rol y la posibilidad de ser felices de otra manera.

Todos estos cuentos pertenecen a la colección A favor de las niñas.

¿ Qué ha pasado en nuestro sur de América con la situación? Yo creo que las preguntas son retóricas porque hoy estamos aquí tocando el tema. Y estamos ya en el inicio de un nuevo siglo y no nos animamos a hablar de género y sexo sin hacer aclaraciones previas. Tempranamente llegaron escritoras que propusieron temas relacionados con estos roles femeninos que suelen ser muy transgresores, algunas fueron ignoradas y otras, censuradas. Porque no podemos olvidarnos que a la vez, nuestro continente en plenos años 70 tenía encima, no sólo tabúes sino, dictaduras dispuestas a conservar el estatus y los roles intocados con respecto a la mujer y la sociedad. Así que no pocos fueron los recortes. En la Argentina hubo escritoras censuradas por cuentos inocentes: María Elena Walsh, Laura Devetach, Elsa Bornemann y otras.

Elsa Bornemann propone entre otros relatos uno muy bello en su libro Diez cuentos de amor y terror. El relato de una niña que conoce a un chico por carta y le manda la foto de su prima porque ella es “ gordita”. Tal vez uno de los primeros relatos que habla en la literatura para niños del rol de belleza que debe asumir la mujer de hoy en la sociedad machista donde se mueve.

En Brasil hay una buena presencia de estas mujeres transgresoras en Ligia Bojunga en su libro: El bolso amarillo o Un bolso lleno de hijos. Raquel la protagonista tiene tres deseos: “ crecer y dejar de ser chica”, “ ser chico en vez de chica” y “ escribir”.

El libro puede ser abordado desde la perspectiva literaria propia de un libro fantástico o, como se ha hecho, desde lo psicoanalítico: qué representa ese bolso lleno de hijos, qué consecuencias tiene, qué aparece desde allí y por qué. De todos modos, mantiene un hilo conductor maravilloso hasta el final y su lectura y análisis pueden provocar más de una reflexión entre niños y adolescentes.

También en Brasil la notable escritora Marina Colasantti nos legó textos maravillosos entre los que destaco: La moza tejedora que al final de mi charla voy a narrar para ustedes.

En Chile la escritora Jacqueline Balcells nos dejó el hermoso cuento La pasa encantada que me gustaría también contar para que luego ustedes establezcan comparaciones y nuevos desafíos.

Quiero terminar mi elocución hoy narrando estos dos cuentos y luego, si les parece abriremos el diálogo y debate propio de este largo tema que debería de tener más soluciones. Como parte de esta conferencia les quiero dejar marcado que: investiguen en otras lecturas de otros países y ejemplifiquen qué encuentran a favor o en contra. También sería bueno abrir una amplia investigación sobre la vida de los juegos y más aún : los juguetes que nuestros niños y niñas usan.¿ Qué pasa con ellos? ¿ A qué juegan y qué usan para jugar? ¿Hemos avanzado? Y una última propuesta: ¿ Qué hacen los medios de prensa con la publicidad y los roles genéricos: ayudan o mantienen estable lo ya conocido?

Vamos a tomarnos cinco minutos para la charla entre nosotros y luego, les contaré dos cuentos hermosos a mi juicio:

La pasa encantada de Jacqueline Balcells

La moza tejedora de Marina Colasantti

Muchas gracias por ahora.

Bibliografía consultada:

El Cuento mensaje Universal. Sylvia Puentes de Oyenard. Editorial AULI.

De Cenicienta a la Moza Tejedora. Sylvia Puentes de Oyenard. Editorial AULI.

Mujercitas: ¿ eran las de antes?. Graciela Beatriz Cabal. Editorial Sudamericana.

Leer: un placer escondido. Gaby Vallejos. Serie Pedagógica. Ediciones Puente.

Mujeres que corren con lobos. Clarisa Pinkola. Ediciones Byblo.

Repertorio de lecturas para niños y adolescentes. Fryda Schultz de Montaban/ Beatriz Ferro y Lydia P. Bosch. Editorial Troquel.

María Luisa de Francesco.

8 de mayo: Conferencia sobre Sexismo en la literatura para niños.

Biblioteca Municipal Felisa Lisasola.