lunes, 29 de junio de 2009

Inefable, maravilloso Roald Dalh.


Este autor inglés, de quién alguien dijo en una entrevista que había confesado que no le gustaban los niños pero, escribía para ellos pues eso le daba enormes ganancias, quiero decir que el comentario lo pongo al margen, porque su obra vale la pena repasarla y sacarla a la luz muchas veces.
Algunos de sus libros han sido y son películas famosas como Matilda, Jim y el durazno gigante y Charlie y la fábrica de chocolate. Sólo nombré las últimas tres que han eclosionado el cine.
Roal Dalh tiene en su haber una enormidad de títulos de los cuales no se puede recomendar ninguno porque los otros quedarían sin ver y realmente, todos valen la pena. Hay uno de esos títulos que es Libros ven verso para niños perversos, que realmente son fuente de una maravillosa recreación de clásicos ya escritos,o absurdos reales, que no es de los más conocidos y por eso quiero comentarlo hoy.
En versos rimados este inglés se ríe como un niño de muchos cuentos y títulos ya existentes, como la clásica Caperucita y el lobo. Su humor, fino y agudo, nos deja a todos atónitos y puede ser comprendido por los más pequeños sin dificultad. Lo mejor seguramente es, que también los grandes disfrutamos de ellos.
A leer pues este humor y sacarle provecho, que los niños disfruten y ustedes también.