sábado, 20 de febrero de 2010

Acaba carnaval y se vienen las clases.


Faltan pocos días para el comienzo de clases. Y habrá cuadernos que comprar y libros, lápices y otros artefactos de artillería para atacar la perfecta armonía entre educadores y educandos.
Quisiera abrir este año con un pequeño pensamiento: ¿ la escuela es animadora de lectura? Si ud contesta sí, argumente y si por el contrario dice no, lo mismo.
Pero mi hipotético lector querrá saber qué opino. Vale pues dejarles mi opinión que es sólo eso, una opinión de quién ha trabajado y trabaja para muchos niños de escuelas públicas y colegios privados. Lo primero que contesto es ¿ debe ser animadora de lecturas la escuela?
Creo que su principal meta alfabetizadora linda muy de cerca con el tema pero no es su piedra fundamental. Digo que la escuela es quién enseña a desglosar el texto escrito, enseña a interpretar las lecturas pero, no necesariamente es animadora de lectura.
Opino que justamente en la búsqueda de serlo ha perdido potenciales lectores. Creo que animación no se lleva de la mano con didáctica.
La escuela no puede salirse de la didáctica, es su función principal y por tanto, la animación que tiene más que ver con el ánimo festivo y lúdico que tiene la lectura, no necesariamente tiene y debe que realizarse dentro de la escuela.
Sin embargo un renglón muy olvidado de la cuestión es la propia familia: ellos sí pueden y son grandes animadores. ¿ Por qué? Porque la familia que le lee al niño desde pequeño, porque los padres que dedican unos minutos diarios a la lectura propia y comparten este espacio con los momentos de ocio, muestran al niño que justamente, uno de los pasatiempos puede ser la lectura.
Ahora que compartimos muchos instantes de ocio con la TV, los vídeos, los videojuegos y la computadora. Pero no hay que confundir: la computadora y los vídeojuegos, pueden ser animadores de lectura. También puede serlo la TV. El tema pasa por ver que ven los niños y enseñarles a descalificar desde pequeños aquellos programas que no tienen calidad. También pasa por tomar la computadora y buscar en ella lugares donde las fábulas, los cuentos, las canciones pueden ser leídas. Son distintos soportes de lectura que podemos usar.
También están las biliotecas que deberían ser siempre las grandes animadoras de la lectura. Entre sus servicios deberíamos encontrar siempre narradores orales, clubes de lectores, cine para comentar, concursos y otros recursos de lectura y, no sólo para los lectores sino, salir a buscar con actividades a los no lectores. Títeres y juegos de rondas con premios, son algunas de las estrategias que pueden utilizarse en las biblioteca, ya sean éstas de Instituciones privadas o públicas.
Seguiremos dando propuestas de animación de lectura en próximo encuentros.