lunes, 7 de enero de 2008

Paréntesis de vacaciones de verano.

Aquí en el cono Sur de América estamos ya a pleno verano. El sol es como un fuego, los días se han alargado, las noches son bellas y los que podemos, nos vamos de vacaciones.
He de hacer un breve paréntesis antes de seguir contando y expresando mis venturas y desventuras en este camino de la literatura para los más jóvenes.
Pero quiero dejar antes un par de consejos para los que sí pueden irse de vacaciones:

Tomen sol con cautela, aprovechen este tiempo para disfrutar en familia, hagan ocio y lean algo con sus hijos.
Lleven libros si al lugar si no hay librerías en el lugar elegido, incluso si las hay,lleven igual.
No olviden que los niños y jóvenes suelen leer muchas veces el mismo libro y es justo que lo hagan.
No olviden que suspender una actividad recreativa, cualquiera sea, para suplantarla por lectura como penitencia: es un concepto que trabaja en contra de la lectura.
No olviden que los gustos en materia de lectura han cambiado y suelen leer cosas que no nos gustan mucho, como les pasó a nuestros padres.
No olviden que el cine también es lectura: una lectura de imágenes y morfológicamente distinta a la de letras, vayan al cine con ellos, compartan opiniones, ayúdenlos a pensar críticamente sin ofender sus gustos.
En el mundo de la lectura para jóvenes entran muchas cosas: revistas, periódicos, humor, letras de canciones, novelas de amor...permitan que ellos miren, observen, elijan.
Una lectura diaria compartida puede ser la mejor receta: algo corto, una noticia, una crítica de cine, una pequeña historia, leer en voz alta para sus hijos, sobrinos o nietos, puede ser beneficioso en su hábito lector y en el vínculo afectivo familiar.
Leer es la consigna, y por eso, si ustedes quieren hijos lectores: no se olviden de sus propias lectura: como en toda consigna el referente familiar será más fuerte que cualquier estímulo de buenos profesores o bibliotecarios.
Si tienen hijos pequeños lleven libros con buenas ilustración y si ellos les piden siempre el mismo cuento: tienen derecho.
No necesitan quitar los paseos, o la TV para que los niños compartan unos momentos con los libros: utilicen la hora del cuento para dormirlos o para entretenerlos en la siesta. Lo importante es compartir una vez al día la lectura con ellos.
Felices Vacaciones y Buenas Lecturas para todos.