domingo, 7 de septiembre de 2008

Tecnología versus lectura: el por qué apoyo el Plan Ceibal de Uruguay.


Esta pequeña alumna de una Escuela Pública de Uruguay, la Nº 119 de la ciudad de Salto, sonríe con su notebook en la falda, después de escuchar atentamente los cuentos que conté ese día en la Biblioteca Municipal. No llegó hasta la Escuela, mientras los compañeros iban a recorrer las salas, se sentó a desarrollar un juego que pensé para que usen las nuevas computadorasa.
El gobierno uruguayo en un esfuerzo sin precedentes ha otorgado en forma gratuita estos pequeños grandes computadores a todos los alumnos de Escuelas Públicas.
En mi proyecto de Animación a la lecto escritura, los alumnos de 10 Escuelas seleccionadas, van a la Biblioteca Municipal a escuchar cuentos. Luego de los cuales, dejo algunos juegos para motivar la creatividad. Con la nueva tecnología los alumnos se entusiasman en enviarme esos cuentos o poemas en sus computadoras a mi casilla de correo.
Hay mucha gente que opina que este Plan impulsado por el gobierno no servirá, que no tiene demasiado sentido si tenemos aún Escuelas que necesitan mejorar la infraestrucutura física, poner en manos de los niños estas pequeñas maquinas con acceso a Internet. Y hay docentes que incluso opinan que: ahora sí, no van a leer nada.
Como animadora de lectura y conociendo esta herramienta, Internet, como la Biblioteca más democrática y extensa que ha existido, opino todo lo contrario.
Sí es cierto, necesitamos aún más presupuesto para modernizar y organizar mejor la infraestructura de nuestras Escuelas pero, no podíamos pasar más tiempo con niños que desconocían completamente el uso de una herramienta fundamental en los tiempos que corren. No podíamos permitirnos tener analfabetos digitales haciendo de la brecha digital un largo camino sin retorno y agigantar la misma en favor de unos cuantos.
El Plan Ceibal no será la única solución y estoy de acuerdo, pero se pensó y se está vislumbrando una realidad que antes de él, estaba muy lejana.
Como animadora de lectura también sé que no es cierto que el niño lea menos con la computadora: es ilógico comparar la computadora con otros medios masivos de entretenimientos como la TV por cable o los juegos. La computadora es una herramienta de investigación y aprendizaje permanente.
Lo que sí es cierto es que nosotros, mediadores entre el libro y los lectores, debemos modificar nuestras estrategias de lectura y nuestras metodologías para impulsar a leer en ella. Y los adultos solemos asustarnos al enfrentar desafíos nuevos y sobre todo: cuando ello involucra estudiar a la par de nuestros niños. Porque sin dudas, estos niños de hoy...aprenderán más fácil que nosotros a navegar, a informarse, a instalarse frente a su máquina y aprender. Son hijos de una nueva generación que, aún en los casos de pobreza extrema, ya han visto como se maneja un artefacto a control remoto, ya han entrado alguna vez a un Cyber Café a experimentar jugar o chatear, cosa que los adultos nos hemos negado y nos cuesta aún leer en pantalla.
Pero sí es mágica la Red: cuántas Bibliotecas podemos buscar en ella, con un clic, tenemos varias para visitar, y hay museos maravillosos, y no sólo se puede bajar música y películas por sus venas sino, si sabemos impulsar se pueden buscar textos y toda forma de lectura.
Me refiero por ejemplo a la lectura de imágenes: cuántas podemos hallar en la Red, cuántas lecturas podemos asignarles, cuánto podemos investigar sobre obras de arte que, de ninguna manera estos niños conocerían. Es sólo un pequeñísimo ejemplo.
Hay muchas estrategias a desarrollar para que la computadora deje de ser sólo portal de música y vídeos, lo cual está bien, y se transforme en una biblioteca ambulante donde está ese cuento que sólo en ese lugar se puede encontrar. Hay muchas formas de inventarse una búsqueda del tesoro y ellos, los niños, deberán navegar y leer para encontrar un poema o un cuento, o quizá un cuadro famoso.
Vivimos una época de tremendos avances tecnológicos: pero ellos han de servirnos para acrecentar la lectura, no pueden pasar a sustituir nada, el miedo es de los adultos. Desde que se inventara la imprenta y los libros fueron ganando espacio, recordemos la época Luterana, cuando se masificó por primera vez la edición de La Biblia y el pueblo pudo tenerla: no sabían leerla pero la tenían, era un tesoro del pueblo por primera vez en la historia. Y desde ahí en más, la masificación de la lectura fue ganando espacios. Cuando se universaliza el derecho a leer, recordemos por favor que fue porque se necesitaban obreros que supieran leer pues era el apogeo de la industrialización, las escuelas populares fueron ganando espacio y luego, todos los niños y niñas, pudieron acceder gratuitamente a la educación: desde entonces, se han visto todos los enemigos que el libro impreso tenía.
Todo elemento nuevo que aparecía era una tentación que podía alejarnos del libro. La radio, el teléfono, la TV, el cine. Todos ellos fueron declarados enemigos del libro pero, estos nunca dejaron de existir, al contrario se imprimieron siempre más y más.
Es cierto que estos niños de hoy viven inmersos en una sociedad que los utiliza para hacerlos ver exitismos fáciles, que viven rodeados de imágenes, que la lectura ya no es el primer ocio, que prefieren otras actividades pero: la lectura sigue siendo la llave maestra que abre todas las puertas y por lo tanto: como mediadores de lectura debemos hacer de todos los medios existentes aliados para ayudarnos a buscar nuevas formas de leer.
Estos niños de hoy ya leen más que nosotros. Ustedes dirán que no, que esto es falso, porque siempre comparamos con lo que nosotros leíamos. Pero un niño pequeño ya sabe leer íconos, sabe lo que dice la palabra del ícono que reconoce. Seguramente ustedes ven asustados como se comunican por celulares y chat: con íconos, con abreviaturas propias, y eso los hace temblar ante la nueva forma de comunicación.
Cuando nació la imprenta, al poco tiempo sudieron cosas parecidas: dejó de escribirse en la forma usual y se comenzó a escribir en forma más popular. Fuimos dejando atrás un español culto para pasar a un español popular. Se dejó de leer en forma oral y cantada, para pasar a leer en silencio, ¿alguien se puede imaginar la revolución que significó pasar de la lectura cantada a voz en cuello a esa lectura íntima donde el lector por primera vez enfrentó el texto y habló en secreto con él?
En doscientos años la lectura ha evolucionado tremendamente y no es raro que nazcan lenguajes emergentes y luego, perezcan o no, se adaptarán a nuevas formas. De todos modos, el proceso de lectura seguirá su curso: no podemos saltear nada, eso es real y hoy por hoy, las letras siguen imponiéndose antes que nada.
Hay que abrirle la puerta a la tecnología: hay que hacer de ella un aliado y no un enemigo. Creo en la capacidad del hombre por superarse y no caeremos perdiendo esta gran oportunidad, Internet es una de las posibilidades más democráticas que se pueden tener al momento de acceder a la información y la lectura.
Miren ustedes la sonrisa de esa niña en el patio de la Biblioteca. Está accediendo a una forma nueva de comuncarse, está a su alcance, puede lograrlo. No podemos agigantar más la gran brecha digital que tenemos entra países pobre y paíse ricos. Esta es una realidad y la otra es que: los mediadores de lectura deberían de ser los grandes defensores de Internet porque al decir del catedrático: J L Millán: Internet es como aquella visión de la Biblioteca de Alejandría, allí está todo lo escrito y lo que se va a escribir.
Sin temores, aprendamos su uso y aceptemos el desafío, usemos la tecnología como arma para fomentar más aún la lectura.