viernes, 28 de diciembre de 2012

Saludando para agradecer


Proyecto audaces y eficaces

"...el que leer por leer, por puro gusto de leer, por amor invencible al libro, por ganas de estarse con él horas y horas,lo mismo que se quedaría con su amada..."


Llevar la lectura en un carrito a los lugares de esparcimiento: fácil, poco costoso y eficaz porque allí donde hay juego puede haber lecturas.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Durmiendo con un cuento


Un niño que se duerme con cuentos se duerme arrullado por voces escritas especialmente para él, un niño que se mece con cuentos siente las voces de sus padres que le enseñan a soñar y no dejar de leer para hacerlo cada día un poco más.
Duerman a sus niños al son de un cuento, un poema, regalen cada noche la caricia de la literatura en vuestras voces seguros de que así, los harán más libres y menos esclavos.

Qué se puede agregar a la imagen

"...el que leer por leer, por puro gusto de leer, por amor invencible al libro, por ganas de estarse con él horas y horas,lo mismo que se quedaría con su amada..."

Proyecto interesante

"...el que leer por leer, por puro gusto de leer, por amor invencible al libro, por ganas de estarse con él horas y horas,lo mismo que se quedaría con su amada..."

sábado, 1 de septiembre de 2012

Luciano, un sapo lírico ( Dedicado a Roy Berocay)


Es cierto que Luciano es un sapo grande y muy gordo, algunos sapos lo son. También es cierto que es algo tímido y que conoce cosas que otros ni sospechan, pero es que hay sapos y sapos…

Todo empezó cuando Luciano no era tan grande ni tan gordo y fue atrapado en una fina red, de ese tipo de red con que se agarran los peces de la orilla pero la usó una señora para cazar al pobre Luciano que en ese tiempo era un sapo casi común y no se llamaba Luciano. La señora se lo llevó a vivir en un jardín enorme, lleno de flores, plantas, charcos que eran fuentes de agua que para alegría del sapo tenían luces y ya se sabe, si hay luces hay bichitos, si hay bichitos hay comida para el sapo.
Luciano que era sólo sapo por aquellos días tuvo un verano maravilloso, lleno de bichitos para comer, lleno de fuentes con agua, lleno de flores y plantas, un jardín enorme para él sólo. A la señora que lo había llevado le gustaba ponerle comida en un plato con agua, el sapo pronto se dio cuenta que era para él y empezó a comer. Comía más que otro sapo, comía bichos y comía la comida del plato, así fue como el sapo empezó a crecer y engordar.

Pero ustedes creen que él empezó a comer de puro glotón, no, la verdad que el sapo aprendió a comer en ese plato porque cuando se arrimaba a la casa escuchaba una música que le encantaba. Es que la señora que lo había llevado era una cantante de ópera. Sí de ópera, de esas señoras que cantan largo rato, con una voz finita y melodiosa. Resulta que al sapo le encantó la música y la voz de la señora, por eso se quedaba horas y horas escuchando, mientras tanto aprendía a comer del plato pero también aprendía a cantar.

Y ya no cantó como cualquier sapo, ni siquiera como el otro sapo que ya era famoso aquel Ruperto del rocanrol, no señor, el sapo cantaba diferente. Y un día la señora de la casa se puso a escuchar al sapo y dijo:

- Pero si este sapo es un verdadero Luciano- lo dijo riéndose bajito y dijo Luchiano, porque lo dijo en italiano.

A partir de entonces las mariposas visitantes del jardín, las moscas, las abejas, las avispas y las lombrices le dijeron Luciano al sapo y ya le quedó el nombre.
Luciano engordaba y cantaba, seguía comiendo y cantando. Al siguiente verano después de dormir adentro de una roca agujereada que tenía en su jardín, el sapo salió a comer y cuando se miró en la fuente de agua se vio grande y hermoso. Entonces recordó el canto y comenzó a practicar.

A mitad del verano una mariposa multicolor le dijo al sapo algo verdaderamente increíble:

- Luciano, amigo, usted tiene que dar un concierto.

- ¿Le parece?- preguntó el sapo quedándose colorado porque era bastante tímido, los sapos tímidos pueden quedarse colorados.

- Es que una voz así, su forma de cantar, qué le digo amigo, ni los pájaros…es más, si yo le cuento que los pájaros andan envidiosos de su canto, usted no se lo cree.

- No, doña mariposa – contestó Luciano- no puedo creer que los pájaros anden envidiosos sólo soy un sapo cantor.

- No, Luciano, usted es un sapo lírico, cantante de ópera como la señora dueña de la casa, que es muy famosa.

Dos ciempiés y una tortuga se arrimaron a la charla, para decirle a Luciano que tenía que dar un gran concierto.

- No cualquier concierto- dijo la tortuga- un gran concierto cerca de la fuente principal.

- Sí, sí- dijeron los ciempiés que hablaban siempre juntos- daremos un gran banquete a los que vengan a escuchar al gran Luciano.

Y se armó de coraje Luciano, los bichos comenzaron a repartir invitaciones a gritos, los pájaros que venían al jardín dijeron que ellos de noche no salían, así que se decidió un gran concierto a la caída del sol antes que los amigos voladores volvieran al nido.

Qué nervios pobre sapo Luciano, su primer concierto ahí en la fuente principal, con todos los animales que se puedan imaginar mirándolo.

Empezó tímidamente y dos ratones comenzaron a reírse, por suerte el gato de la señora dueña de casa andaba escuchando también así que decidieron mirar desde una rendija. Cuando Luciano comenzaba a sentir que nada le saldría bien en su primera actuación, desde la ventana principal de la sala comenzó a escucharse la música que tanto le gustaba y entonces sí, la voz potente le salió desde su barriga gorda y verde. Luciano comenzó a cantar en serio y los bichitos del jardín se callaron, lo escucharon y luego, aplaudieron hasta que las patas le quedaron rojas.

Los pájaros decidieron nombrar a Luciano miembro de Honor de la Academia de Canto, los otros bichos discutían sobre su destino.

- Lo que yo entiendo –dijo la mariposa multicolor- que Luciano tiene que salir a recorrer el mundo porque con su voz, se hará famoso.

- Además –dijo la tortuga- un sapo que canta así, debe de ser conocido en todo el mundo.

- Nosotros – dijo un pajarito de pechito colorado- podemos orientarlo para que no se pierda en las ciudades.

- Yo podría ser su representante- dijo un ratón negro que tenía fama de charlatán- puedo cobrar las entradas.

- Eso me lo dejan a mí- aclaró el gato.

- Si va el gato yo no voy- aclaró el ratón escondiéndose.

- Y nosotros tampoco- dijeron los pájaros volando por todos lados.

- Bueno…-dijo Luciano- lo tengo que pensar.

- Pero Luciano- insistió la mariposa- no hay nada que pensar, hay que salir a conquistar el mundo como el otro sapo, el que canta rocanrol.

- Tengo que pensarlo- insistió Luciano- tengo que pensarlo.

Y como el sapo Luciano se hizo muy amigo de la tortuga Florinda, todavía lo anda pensando. Desde ese día muchos bichos, bichitos y bichotes se reúnen en el jardín de la señora que canta para escuchar a Luciano que mientras lo piensa sigue dando conciertos a la caída del sol.
La señora mira emocionada aquel mundo de bichos que se reúne cerca de su ventana mientras ella canta y por eso Luciano, cada día tiene mejor voz y canta mejor.
Algunos ya andan diciendo que Luciano es como Gardel, que cada día, canta mejor.


Con toda humildad dedicado a Roy Berocay y su inigualable obra para niños.
María Luisa de Francesco
Julio 2012.



domingo, 12 de agosto de 2012

jueves, 19 de julio de 2012

El último huevo de dragón ( Cuento en homenaje a Gustavo Roldán)

El último huevo de dragón En un monte lejano había un huevo de dragón, abandonado. Todos los bichos sabían que era un huevo de dragón, porque sabían nomás, como saben los bichos. Además el abuelo del sapo se lo contó, al abuelo del sapo se lo había contado el recontra tatarabuelo del abuelo del sapo y así sucesivamente para atrás. Y... ¿quién no sabe que los sapos saben mucho de huevos? Entonces todos los bichos sabían que eso, era un huevo de dragón.
 La cuestión era que en el monte todos iban a mirar y admirar el huevo de dragón, era grande, ovalado, azul pero de un azul fuerte, como morado de tan azul, como turquesa, brillaba de tan pero tan azul, era un huevo bien distinto a cualquiera conocido. Iba la lechuza lo miraba con sus enormes ojos y luego sacudía la cabeza, como hacen las lechuzas; iba la liebre lo miraba con ojos de liebre y se ponía a correr alrededor. Iba el ñandú y lo miraba asombrado porque se daba cuenta que ese sólo huevo era más grande que doce suyos, caminaba el ñandú pensativo, como hacen los ñandús. Iba el zorro y pensaba que ni él que era tan comilón de huevos podía comerse semejante huevazo sin morirse de la indigestión. Y ahí vino el problema de la historia, un día el zorro andaba con muchísima hambre, tenía tanta pero tanta hambre que le sonaba la panza. Se fue derecho al huevo de dragón y comenzó a relamerse el hocico, caminaba de acá para allá. En eso salió el sapo y le vio la cara al zorro. - Oiga don Zorro, usted no andará con ganas de comerse el huevo de dragón ¿no?- le preguntó - Que quiere que le diga don Sapo, ando hambriento…- contestó el zorro.
- Pero Zorro usted está loco, o lo dejó mal el hambre, si se come ese huevo se muere empachado – dijo el sapo y se paró arriba de una piedra para mirar al otro desde la misma altura. - Y si no como algo enseguida muero de hambre – contestó el zorro mirando fijamente al sapo- prefiero morir con la panza llena. - Pero don Zorro este monte ya no sería el mismo sin nuestro huevo de dragón- dijo el sapo poniéndose serio- usted sabe que este huevo es el último, que lo contaron nuestros recontra tatarabuelos y nos dijeron que lo cuidáramos, que es el último en el mundo entero. - Si don Sapo – contestó el zorro- pero el hambre no sabe de esas cosas, si a usted le parece podría ser un sapo mi cena y el huevo se salva. - Pero qué dice amigo Zorro- contestó el sapo mientras se iba alejando para la laguna- a dónde vamos a parar si un zorro se come un sapo… - Y…no sé don Sapo…tal vez vamos a parar los dos al agua…-dijo el zorro arrimándose a la orilla. En ese momento llegaban como todos los días la liebre a los saltos, la lechuza volando atrás y el ñandú más atrás, venían a mirar el huevo porque habían estado un buen rato discutiendo sobre sus medidas. Al ver al zorro agazapado sobre el sapo, gritaron: - Don Zorro, compadre, ¿qué hace? - Tengo hambre- dijo el zorro- y el sapo no quiere que me coma el huevo de dragón entonces me lo como a él. - Pero cómo dice eso Zorro- dijo la lechuza parada en una rama- entre amigos en este monte no nos andamos comiendo. - Si usted anda con mucha hambre mejor me voy…- dijo la liebre adelantándose para tomar carrera. - ¡Faltaba más! -gritó el ñandú- no se va nada doña Liebre, en este monte, como dijo la lechuza no andamos comiendo amigos y menos todavía nos vamos a comer el último huevo de dragón. - Y bueno- dijo el zorro con cara de inocente- justamente si es el último mejor me lo como, porque si llega a nacer pobrecito, no va a encontrar padre, ni madre, ni que hablar de encontrar novia, ni amigos, será un pobre animalito solitario… - Yo sería su amiga…- dijo la liebre peinándose la orejas. - Yo podría ser su madrina- dijo la lechuza desde la rama- puedo enseñarle a conocer el monte. - Y yo le enseñaría cosas del agua- dijo el sapo entusiasmado asomando la cabeza en la laguna. - Pero déjense de decir pavadas- dijo el zorro- si este dragón nace los va a quemar a todos con el fuego que le saldrá de la boca. - Será cuestión de educarlo- aseguró la lechuza que no se daba por vencida así nomás- como a los niños cuando dicen palabrotas. - Pero señora Lechuza- dijo el zorro que ya estaba furioso porque se daba cuenta que no iba a poder comerse el huevo- este huevo hace miles de años que está acá… - ¿Y con eso qué?- preguntaron a coro los animales. - Y que ya no va a nacer, seguro que está como de piedra...- dijo el zorro pensativo- petrificado, eso es, ¡está pe-tri-fi-ca-do! - Y entonces don Zorro- le dijo la liebre- ¿usted lo mismo se comería un huevo de piedra? - Cualquier cosa quiero comer, tengo demasiada hambre- aseguró el zorro sobándose la panza. - Yo creo- tosió un poquito la lechuza diciendo esto- yo creo que hoy le podríamos conseguir algo al zorro para comer… - ¿Y qué propone la señora?- el zorro la miró con picardía- ¿Liebre en escabeche o lechuza asada? - ¡Un momento!- gritó el ñandú- ya hablamos que en este monte no se come a los amigos.
Ahí comenzó la gran discusión, qué hacer con el hambre del zorro, qué hacer ante aquella situación, mientras los otros hablaban el zorro se hacía el distraído arrimándose al huevo, se arrimó tanto pero tanto que tropezó, se cayó y empujó el huevo con una pata. El huevo azul rodó, rodó lejos por la colina chiquita del monte, todos quedaron en silencio mirándolo como se iba, cerca de la laguna donde el sapo había asomado la cabeza el huevo se chocó con una piedra y se rasgó. Se hizo un silencio largo en el monte, el sol en ese momento alumbraba a pleno el calor de la siesta, el huevo hermoso de un azul increíble se había partido para siempre. El zorro al ver aquello les gritó a los demás: - ¿Vieron al final el huevo que tanto defendían? No tenía nada adentro, lógico, era falso o estaba demasiado viejo…pero a quién se le ocurre, un huevo viejo, viejísimo, como con chiquicientos años iba a tener algo adentro… Y en ese momento se escuchó un ruido chiquito que creció de golpe, un rugidito que luego fue rugido, un pequeño ser azul, morado, fue saliendo despacito del huevo que se había partido. Su cabezota enorme tenía escamas y la espalda la adornaban dos alitas. Salió con una larga cola pesada, dio dos o tres pasos vacilantes hasta que pudo pararse bien, entonces corrió hasta el zorro que estaba más cerca y gritó: - ¡Papá!- en idioma dragón pero todos entendieron. - Bueno don Zorro- gritó el ñandú muerto de risa- ahí tiene a su hijo, ¡ni usted es tan malo como para comerse a su hijito! - No se preocupe don Zorro- gritó la lechuza revoloteando encima del dragoncito- lo ayudaremos a criarlo. Y muertos de risa los animales vieron al último dragón persiguiendo al zorro por todo el bosque gritándole. ¡Papá!

viernes, 6 de julio de 2012

Enlace con buenos artículos

"...el que leer por leer, por puro gusto de leer, por amor invencible al libro, por ganas de estarse con él horas y horas,lo mismo que se quedaría con su amada..." El correo de Rania Nueva cadena del libro

jueves, 5 de julio de 2012

Plan Regional de Lectura: Las vacaciones de invierno y la lectura.

Plan Regional de Lectura: Las vacaciones de invierno y la lectura.: Como aporte de estas vacaciones invernales nos hemos propuesto aconsejar desde las Redes sociales y desde la prensa oral y escrita, distinto...

jueves, 28 de junio de 2012

Plan Regional de Lectura: Escuela 3, con 3º año, un cuento para espantar el ...

Plan Regional de Lectura: Escuela 3, con 3º año, un cuento para espantar el ...: Eran casi las 3 de tarde. Invité a los chicos de 3º año de la Escuela 3 a sacarse el frío con un cuento muy cómico, la respuesta f...

lunes, 21 de mayo de 2012

Relato de un Naufrago Gabriel Garcia Marquez (Juan Pablo Baez, actuacion)

Este relato narrado magníficamente por García Márquez es una buena novela para leer por capítulos. Aconsejo mirar este vídeo: es una buena forma de ver si los más jóvenes interpretan que el vídeo está bien realizado o debería de mejorarse. No cuestionamos lo realizado: buscamos formas nuevas. ¿ Cómo lograríamos un mejor impacto o mejor narración del cuento? ¿ Se podría realizar algo mejor con las herramientas que tenemos a mano? Es una buena propuesta de trabajo, el texto va bien a partir de los doce años.

domingo, 6 de mayo de 2012

Sigo pensando en otra literatura para niños.

Montones de libros en las ferias con ese nombre, montones de libros en los estantes. Una cantidad importante de estudios sobre los libros dedicados a los niños: pero sigo pensando en otra literatura. Si hoy por hoy me invitan a elegir libros para niños elijo unos pocos y lo haría con ellos:los niños. Con los niños de hoy: no con mi mirada de adulta formada en otra literatura. Sin dudas que no puedo dejar de lado los clásicos: esos que son y serán el patrimonio de lo actual. Pero no puedo concebir una literatura para niños sin la opinión de ellos. Ahora en estos momentos caigo sin dudas en una paradoja sin salida: ¿qué ellos? ¿cuáles? ¿Todos los niños o los afortunados que han recibido el beneficio de la lectura desde pequeños? ¿Quienes serían los críticos para seleccionar el verdadero camino de un libro para niños hoy? No es fácil decidirse: si digo que son aquellos que han recibido el beneficio de la lectura desde muy temprano estoy ignorando a la inmensa mayoría. Entonces la pregunta es si realmente el juicio valorativo de unos pocos no estaría en la misma posición que cuando deciden los adultos que creen saber pefectamente que es lo que al niño le conviene. Si digo que la opinión de la inmensa mayoría corro el peligro que el libro no sea el más literario, ni el más estético sino simplemente el más llevadero, tal vez el más sencillo o incluso, ridículo. Tal vez debería de quedarme en una posición neutral pero es más complicado que ser justo. Sigo soñando en un libro para niños: * Que no pretenda dar lecciones de nada * Que refleje con la belleza de la palabra la realidad de hoy * Que con alegría y humor juegue con la fantasía * Que permita jugar con el texto * Que no de indicaciones ni parámetros para enseñar nada de nada * Que se puedan reír a carcajadas con él. * Que se duerman soñando con el argumento * Que se asusten y cierren el libro Tal vez ese sueño esté completo con algunos libros de hoy, pero sigo viendo la necesidada de adoctrinamiento solapada en otras formas que sólo un adulto puede hacer.

martes, 24 de abril de 2012

The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore (2011)



"...el que leer por leer, por puro gusto de leer, por amor invencible al libro, por ganas de estarse con él horas y horas,lo mismo que se quedaría con su amada..."

martes, 10 de abril de 2012

Plan Regional de Lectura: Nueva dirección en Salto

Plan Regional de Lectura: Nueva dirección en Salto: A partir del 9 de abril de 2012: En el Centro MEC zona Este ( Casona Museo Histórico) hay un espacio para el Plan Regional de Lectura que es...

lunes, 27 de febrero de 2012

Mi herencia: los tataracuentos.

Este blog no es de ninguna forma seguido en la medida de mis posibilidades. Me explico: al trabajar en la docencia, con niños y con maestros en distintos ámbitos, pierdo de tanto en tanto la posibilidad de escribir como me gusta. ¿Cómo me gusta? Me gusta escribir a diario, casi de continuo, parando sólo para volver a hacerlo. No tengo estilo, no hago más talleres para mí entonces: soy bastante indisciplinada. ¿ Por qué quería contar todo esto? Porque desde hace un tiempo una idea ronda mi cabeza: escribir sobre mi verdadera herencia, que es sin dudas los cuentos maravillosos que narraba mi abuela y que a su vez se los contó su abuela. Son cuentos con claras raíces europeas, itálicas digamos, aunque sabemos que en la vieja y la nueva Europa, se compartían muchas historias sin tantas fronteras como se dibujan en los mapas. He rastreado algunos libros que contienen pasajes muy similares a los cuentos que me narraban de pequeña. Insluso encontré una obra de teatro muy parecida a unos de mis relatos favoritos. Sin dudas a muchos niños de la vieja Europa les contaban más o menos, las mismas historias. Lo que no sé es: ¿ cuántas de ellas fueron escritas y dejaron de pertenecer a la cultura oral? Carezco de la información necesaria para saber si son valiosos. Sin embargo el valor de pasarlos a mis bisnietos que seguramente no conoceré, me tienta a aditarlos. Las únicas oposiciones que tengo son: mi falta de hábito para escribir y corregir, sin dudas es una de ellas, y la otra: pasar del lenguaje oral al escrito las narraciones que recuerdo. ¿Venceré ambos obstáculos? Vamos pensando en eso para comenzar el año 2012.